Alliana: ¿por qué el 10% es responsabilidad, no miseria?
El reciente anuncio de un 10% de aumento salarial para la administración pública provincial desató el habitual debate gremial. Sin embargo, el delegado de UPCN Pirané, Jorge Luis Alliana, ofreció una perspectiva cruda y poco explorada: la necesidad de blindar a los municipios. Su análisis se centró en la fragilidad de las comunas y la ética del Tesoro Provincial en contraste con la gestión gremial que pide más, sin medir el costo futuro.
Para Alliana el aumento salarial del 10%, que consolida un 55% anual para el empleado provincial, representa un acto de alta responsabilidad política y económica por parte del Gobierno de Formosa, actuando como un “chaleco antibalas” para proteger financieramente a los municipios en medio de la crisis nacional.
El delegado de UPCN sostiene que, si bien el deseo del empleado estatal es legítimo y las cifras de aumento nunca alcanzan a mitigar la inflación, la mirada debe posarse sobre el "tejido fino" de la economía provincial. El principal argumento que esgrime es la "salud financiera" de los municipios.
Alliana subrayó que los intendentes atraviesan un momento de extrema dificultad, donde la coparticipación ha caído y la recaudación genuina (ABL y otros) apenas alcanza el 20%. Esta baja capacidad recaudatoria es un espejo del "destrozo de la microeconomía" provocado por la gestión nacional, que ha endeudado a la clase obrera.
Para Alliana, la irresponsabilidad hubiese sido dar una cifra mayor para "quedar bien" con los gremios. Esta "generosidad" ficticia hubiera significado poner una soga al cuello de los municipios, que no podrían afrontar el gasto, llevando a la quiebra financiera y al posterior endeudamiento o atraso en los pagos a sus propios trabajadores, los empleados comunales.
El análisis de Alliana transformó el 10% de aumento de un simple porcentaje a un "semáforo en ámbar" que indica precaución y prudencia. La hipótesis de la responsabilidad se comprueba al considerar el impacto silencioso: el aumento del 55% acumulado en lo que va del año se da con la premisa innegociable de que sea afrontable por todos los estamentos del Estado, incluidos los más vulnerables, que son las municipalidades. Este modelo es de "cuerda corta", es decir, no permite pasos en falso.
El delegado criticó la postura de otros referentes gremiales (como Villasanti y Patiño) que piden más sin considerar el colapso municipal, sugiriendo una posible motivación de caja gremial (ya que sus aportes aumentan con mayores sueldos). El contrapunto de Alliana es contundente: "Nunca escuché reclamo por parte de Villasanti o Patiño sobre la destrucción de los sueldos por parte de este gobierno nacional". Esta crítica no es menor, pues expone que el verdadero enemigo del salario no es el 10% provincial, sino el "terremoto" económico central.
En síntesis, el 10% no es miseria; es el límite de la prudencia fiscal formoseña. Al mantener la puerta abierta a futuros aumentos antes de que termine 2025, si los números económicos lo permiten, el gobierno provincial demuestra una gestión de diálogo continuo, no de promesas vacías, evitando que el Tesoro se convierta en una "olla sin fondo" que comprometa el futuro de las comunas, remarcando que Formosa elige la estabilidad del suelo firme antes que la euforia de un salto irresponsable.
