En un evento significativo para la comunidad formoseña, el gobernador Gildo Insfrán encabezó el operativo “Por Nuestra Gente Todo”, donde se entregaron 172 títulos de propiedad a familias del barrio 2 de Abril.
Este acto no solo simbolizó un avance en la seguridad jurídica de las familias, sino que también reflejó el compromiso del Gobierno provincial con el bienestar social, en contraste con las políticas nacionales que, según Insfrán, están perjudicando a los sectores más necesitados.
Además de los títulos, se ofrecieron otros beneficios sociales como anteojos, constancias de DNI, pensiones sociales y botiquines con medicamentos. Este enfoque integral subraya la sensibilidad de la gestión provincial hacia las necesidades de la población, en un contexto donde las medidas nacionales parecen desatender a los más vulnerables.
El gobernador no escatimó en críticas hacia la administración de Javier Milei, especialmente en lo que respecta a la privatización de la Hidrovía Paraguay-Paraná. El mandatario advirtió sobre el riesgo de perder soberanía y la posibilidad de que Argentina caiga en una situación de dependencia similar a épocas coloniales. Su discurso resonó entre los vecinos que buscan alternativas a una política centralista que ignora las realidades de las provincias.
La soberanía en juego
La defensa de Insfrán de la soberanía y los recursos estratégicos se produjo en un clima de creciente descontento social. Las medidas de ajuste implementadas por el Gobierno nacional han sido objeto de críticas, y el Gobernador se posiciona como un contrapeso ante estas decisiones que amenazan los logros alcanzados a lo largo de los años para los trabajadores y las comunidades del interior.
Sin embargo, la oposición política nunca ausente de estos contextos volvió a criticar al Gobierno de Formosa utilizado los medios de comunicación y redes sociales para atacar y deslegitimar estas y otras acciones. Se intenta hacer creer a la opinión pública que los ciudadanos son cooptados por los recursos provinciales, socavando así la autonomía y la voluntad del pueblo formoseño en su ejercicio democrático de elegir en base a su libre albedrio.
En conclusión, la entrega de títulos de propiedad por parte de Gildo Insfrán no solo fue un acto simbólico, sino que se erigió como un manifiesto de resistencia ante políticas nacionales que amenazan la soberanía y el desarrollo de las comunidades.
En tanto, en cada una de sus acciones, la gestión en Formosa se presenta como un ejemplo de un Estado presente, que prioriza las necesidades de su pueblo frente a un gobierno central que, en su búsqueda de privatización y ajuste, parece olvidar a los trabajadores, las provincias y ni que hablar de los sectores más vulnerables de cada lugar.