En un contexto donde la política y la justicia parecen entrelazarse de manera peligrosa, la expresidenta Cristina Kirchner se encuentra nuevamente en el ojo de la tormenta.
La presión del poder mediático, económico y judicial se intensifica con la intención de proscribirla, justo cuando buscaba retomar el liderazgo del PJ nacional y su influencia en la política argentina, señalaron desde su sector.
Audiencia decisiva
Este miércoles, a las 11 de la mañana, se llevará a cabo una audiencia en la Sala B de Comodoro Py, donde se leerá la parte resolutiva del fallo que podría condenarla a prisión por supuesta asociación ilícita.
Los jueces Borinsky y Barroetaveña parecen alinearse con la convalidación del veredicto emitido en diciembre de 2022, mientras que Hornos se inclina por respaldar la solicitud de la fiscalía y promover la sentencia a 12 años de prisión.
Esta situación ha llevado a voces críticas, como la del senador Oscar Parrilli, a advertir que “van a intentar proscribir a Cristina y meterla presa antes de fin de año”.
La reciente decisión de Cristina Kirchner de asumir la presidencia del PJ nacional y recorrer el territorio, fortaleciendo su influencia política, ha encendido alarmas en sectores que ven en su regreso una amenaza.
La posibilidad de que la Corte Suprema revise la sentencia, si es que se mantiene, se convierte en un punto crítico. Sin embargo, hasta que la sentencia no esté firme, CFK podría seguir compitiendo electoralmente, lo que añade una capa de complejidad a esta situación.
En respuesta a este clima de persecución, figuras destacadas como Juan Grabois y el ministro de Justicia y Derechos Humanos bonaerense, Juan Martín Mena, han convocado a una clase pública frente a los tribunales, titulada “CFK, el poder real y la mafia judicial: un caso de estudio de lawfare”.
Posibles escenarios
El análisis de la situación sugiere que, a pesar de las presiones y las estrategias de deslegitimación, muchos en el entorno político consideran que la confirmación de la sentencia en su contra es el escenario más probable.
Sin embargo, el rol que desempeñará la Corte Suprema en este proceso es incierto y podría tener implicaciones significativas para el futuro del peronismo y la democracia en Argentina.
La lucha de Cristina Kirchner no solo es un reflejo de su propia trayectoria política, sino que también representa una batalla más amplia contra un sistema que parece decidido a eliminar a quienes desafían el statu quo. En este contexto, la vigilancia ciudadana y el compromiso por la justicia se vuelven más relevantes que nunca.